¡Atención: estafador-es!

13.05.2022


El engaño hace daño...  por Lic. Germán Rothstein


Se vive rodeado de estafadores en la vida cotidiana.

La estafa puede ser pensada en diferentes niveles:

  • Estafa política: efectuada por los gobiernos de turno en Argentina, independientemente del partido político que se encuentre gobernando. (Al decir de Enrique Pinti: "el crimen perfecto existe... es el realizado por políticos. A pesar la evidencia de sus delitos, que incluso toman estado público, se los vuelve a votar, ocupando una y otra vez lugares de poder).
  • Estafa económica: ejecutada por estafadores, que se encuentran al acecho de sus posibles presas. Este tipo de estafas se ven incrementadas por las redes sociales y la virtualidad, en las que muchas personas exponen y muestran momentos de movilización emocional.

¿Cómo funciona el estafador?

Detecta alguna presa en estado de tensión emocional: por el enojo ante una injusticia; por una gran necesidad; o por obtener algo muy deseado o anhelado.

Frente a alguna de estas situaciones, el estafador actúa: ofrece aquello que esa persona en movilización emocional necesita. Al escuchar como posible eso que se necesita, sin pensar demasiado (porque justamente la elevación del estado emocional impide pensar con claridad y discernir), acepta dicha oferta.

De esta manera, se produce el engaño. Como consecuencia el mundo interior es arrasado y destrozado: "¡Siento que no tengo salida con esto que hice!". "¿Cómo no me di cuenta y acepte, que tonta/o?".

Los manipuladores ingresan en esas fisuras emocionales, que cualquier persona en algún momento de su vida puede sentir.

Humana Resistencia:  Hablamos en otra oportunidad de la manipulación del sistema sobre nuestras mentes. ¿Cómo podemos evitar las estafas si estamos prácticamente adiestrados desde la educación temprana, condicionados por las religiones, intoxicados por los medios de comunicación, engañados muchas veces desde la política, limitados por la justicia corrupta?

Germán Rothstein: Ese es uno de los desafíos más importantes a que se enfrentan las subjetividades de estos tiempos: cuestionar las certezas impuestas por los centros de poder, no dejarse arrastrar a la resignación de "sentirse atrapado sin salida" por un sistema corrupto, poniendo un paréntesis a la locura.

¿Con qué herramientas lograrlo? Buscando espacios de reflexión, que habiliten a cada persona recuperar el tiempo que el sistema le roba, dándose un tiempo para sí.

Pensamiento crítico es crecimiento.

Pensar y sentir, deseando ser libres.


H.R· ¿Qué ocurre con las estafas religiosas y espirituales?

G.R: La fe es algo muy poderoso. Cuando alguien cree en algo suele cegarse su capacidad de discernimiento, llegando en grados extremos al fanatismo.

Las religiones actúan sobre esa "incertidumbre vital", ese vacío que atraviesa a todo ser humano. Aportan teorías sobre uno de los interrogantes más grandes del ser humano: ¿qué pasa luego de la muerte?

Ofrecen "certezas" de cómo actuar y vivir correctamente, al seguir el camino del "Señor". Lo que habría que preguntarse, es:

¿Las religiones, el camino de qué señor invitan a seguir?

Existe una diferencia entre creer en un Dios (valor de las creencias internas de cada persona), y creer en esos "señores religiosos" que dirigen instituciones de gran poder recaudatorio a nivel económico. Lucrar con la necesidad espiritual y la fe de la gente es algo terrible.

El año pasado, esto fue mostrado en una serie argentina de Netflix: "El Reino", donde se denuncian muchísimas estafas y perversiones que suceden en una iglesia.

Por otra parte, algunas iglesias cumplen una función contenedora en ciertas personas, teniendo un importante papel, por ejemplo en la contención de personas con problemas de adicciones.


  • Estafa emocional vincular: una persona es utilizada por otra para satisfacer sus necesidades, y cuando le deja de ser funcional... desaparece (gostheo). Quién sufre el abandono, no entiende... sintiendo sobre sí la estafa.

También en los vínculos, un tipo de estafa frecuente es la manipulación ejercida por uno de los integrantes que tiene mayor poder que otro. Suele suceder que, quién sufre la manipulación se da cuenta, pero a pesar de todo no puede renunciar a ese vínculo (estafa similar a la política: se sabe que se está siendo estafado, pero no se puede realizar ninguna acción como para romper en encierro en esa estafa).

H.R:  El estafador emocional, ¿es consciente de la estafa que realiza? ¿Hay alguna característica que hace que una persona se vuelva una estafadora o todos podemos serlo en alguna circunstancia?

G.R: Ciertas conductas manipuladoras pueden aparecer en las personas en general, desde un niño pequeño que llora cuando su mamá no le compra el chocolate que quiere, y le dice: "que mala, no me lo quieres comprar, ¡mamá mala!"; a un adulto con su pareja al ponerse en víctima cuando la otra persona hace algo que no le gusta. En estos casos, es importante sostener el "NO" a estas conductas, poniendo un freno a esas escenas.

Pero, aquello que marca diferencia es el grado de manipulación, y la presencia o ausencia de empatía y culpa.

Algunas personas, presentan rasgos psicopáticos muy marcados: no tienen empatía, son egoístas y agresivos, mienten, no sienten culpa ante el dolor del otro, manipulando y abusando sin límites ni miramientos de las fisuras emocionales que detectan en sus vínculos. En estos casos hablamos de personas perversas. Sienten estas conductas como naturales y creen tener razón en su proceder.

En estos casos, lo aconsejable para el propio resguardo y evitar que el mundo interior sea arrasado, es correrse de la influencia de las personas con estas características, de estos estafadores emocionales.

H.R: · Una de las capacidades necesarias para que una persona pueda relacionarse es la confianza, ¿qué sucede cuando una persona debe andar por el mundo atajándose de estas estafas? ¿Cómo repercute en su autoconfianza, en su capacidad de brindarse al otro?

G.R: Ante esta pregunta, se viene a mi mente una frase repetida por varios pacientes en el consultorio: "Germán, no es sano vivir así".

Claro que no es sano vivir en un constante estado de alerta, ante un mundo complicado. La ansiedad paranoide aumenta, y situaciones de las que no habría que desconfiar, se las mira de reojo: "es demasiado bueno para ser verdad, ¿será real o me estarán estafando?".

El costo psíquico es altísimo.

Y si cae en una estafa, la persona se siente tonta y se castiga a sí misma, creyendo además que defraudó la confianza de sus seres queridos. Se conjugan una mezcla de emociones (enojo, tristeza e impotencia), que impactan en sus relaciones con el entorno. Este malestar se supera poco a poco, al atravesar el proceso de duelo que implica "sentirse estafado".

H.R: · La manera en que vivimos, nos comunicamos y relacionamos, ¿es causa de salud o de enfermedad?

G.R: Si se piensa esta pregunta desde un razonamiento deductivo, se vive en una sociedad cargada de injusticia, incoherencia y corrupción, por lo tanto es muy difícil mantenerse dentro de la salud cuando se sufren los atravesamientos de la cotidianeidad.

Los medios de comunicación, potencian el estado de alteración y locura, al reproducir un discurso funcional a los centros de poder.

Además, en Argentina es sumamente evidente la corrupción del sistema. Se ejerce sin ningún tipo de tapujo y a nivel público, lo que aumenta a niveles descomunales la mezcla de indignación e impotencia, que conduce a la repetida expresión: "esto no cambia más, este país no tiene solución". Una consecuencia es una fuerte corriente migratoria de personas de variadas edades.


Para finalizar, una invitación a reflexionar: ante situaciones de movilización emocional, cuando el pico de tensión hace sentir el mundo interior desbordado, y de pronto aparece una solución mágica ofrecida por otro... es importante frenar las cadenas de pensamiento.

No decidir apresuradamente, darse un tiempo de espera interno, para que el pensamiento tenga lugar, y abrir como pregunta:

¿Es legítimo este ofrecimiento y solución posible, o estoy siendo víctima de un engaño?

Siempre es posible habilitar poco a poco nuevas opciones, rompiendo el estado de sentirse "sin salida", y comenzar a construir un nuevo camino con esfuerzo y sin soluciones mágicas.



Texto: Lic Germán Rothstein.

Imágenes: Pixabay.






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