Por Daniela Tomé

El periodista australiano y fundador de WikiLeaks, Julian Assange, lleva ya cuatro años de prisión arbitraria en Reino Unido, en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh en Londres; no está condenado, solo espera la decisión de su extradición a los Estados Unidos. Esto es lo que hacen los países "democráticos"  con los periodistas que cumplen su tarea de informarnos la verdad.

La nefasta política estadounidense, las alianzas estratégicas y criminales con otros países como Suecia y R.U, lograron con falsas denuncias apresar al fundador de Wikileaks, tras las filtraciones que sucedieron en 2010 y que le llegaron de manos de la ex soldado de inteligencia estadounidense Chelsea Manning, ahora en libertad. Estas filtraciones demostraron a través de miles de documentos, la actividad criminal de Estados Unidos, la violación a los derechos humanos y el atentado contra la vida de civiles, durante las guerras de Irak y Afganistán, más cientos de miles de otros documentos que ponían a la vista el accionar corrupto de este y otros gobiernos en el mundo. Todos estos crímenes nunca fueron juzgados, pero el periodista que los publicó, Julian Assange, continúa en prisión, después de 7 años de asilo en la Embajada de Ecuador. 

Hoy el mundo sigue esperando y clamando por su libertad, a pesar de todos los hilos del títere que ha demostrado ser la justicia británica. Una situación que evidencia como pocas,  el modus operandi perverso de los gobiernos hegemónicos, al menos hasta ahora, en nuestro mundo.

Hasta que no se logre la pronta liberación de Assange todos correremos el mismo riesgo. Libertad a Julian Assange ya! que la lucha se convierta en toma de conciencia de toda la humanidad. 

                                                                         Ana Tapia- Libertad Assange Argentina

Justicia para Assange

Pongamos en tela de juicio la verdadera encrucijada del dilema: ¿Porqué debe Assange probar su inocencia y no se examina la culpabilidad de los que lo acusan? ¿Por qué se crea un foro jurídico emblemático, politizado y camaleónico para colgarlo sin probar su culpabilidad en los hechos que se le imputan? Tal vez no haya diferencia en eso con la antesala de Guantánamo. Los acusados, al parecer, nunca tienen derechos. El "policía bueno" puede borrar con el codo lo que escribe en el aire con la otra mano. Todo está bien mientras la gente no se entera de nada. Total, todos los salvajes afuera del territorio nacional estadounidense merecen ser colonizados y por sobre todo, callados.

Se lo acusa de "conspiración por intrusión informática" y por ello, le piden la cabeza. Los cargos se agravan con los supuestos efectos causados por su publicación en el exterior, incluyendo los diarios de Afganistán. La pregunta para reflexionar es, ¿Qué daños causó? Le piden la cabeza sólo por delatar los daños que otros hicieron.

En su rol de periodista, el hizo lo que estaba en su libro sobre lo justo y debido- informar a la gente de lo que Estados Unidos hizo en Irak y en Afganistán.

Mientras se le pide la cabeza a Assange, se promueve la retórica de "el respeto y promoción de los derechos humanos, las libertades civiles y las políticas de expresión. Pero cuidado, no vayamos a descubrir "in franganti" cuando con la doble moral escrita en la historia de los últimos doscientos años, nos damos cuenta que en el caso de Assange, nada cambió. Los horrores cometidos por "El policía bueno" no deben mostrarse, nadie puede saber que en realidad, él no es bueno.

En otras palabras, Estados Unidos cree que tiene el derecho omnipotente de oprimir, matar y hacer lo que se le da la gana en todo el mundo pero nadie puede publicarlo. Somos marionetas de papel en un juego macabro de hipócritas con guante blanco. Lamentablemente ellos están controlando nuestro mundo, las cadenas sobre el cuello de Assange y hasta nuestra conciencia, hasta ahora demasiado débil para reclamar justicia a todo volumen.

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