Historia sobre Historia

25.06.2024

Julian Assange 

por Cristian Baldini

Conocí el Software Libre a los 12 años. A medida que fui creciendo y me fui metiendo cada vez más en la filosofía que lo rige, me fui dando cuenta que la libertad del software no podía ser otra sino parte de una lucha integral por la libertad del conocimiento y con ello, de la información, y con ello, de las personas.

Una lucha que por lógica debía trascender a la informática y ser una lucha política.

A mis 13 años vi al país descomponerse en represión y crisis económica por primera vez y a los 15 vi a EEUU y los países de Europa destruir ciudades enteras con bombas basándose en mentiras y excusas, para apoderarse de su petróleo.

A los 18 años, al arrancar mi primera cursada en una carrera universitaria comencé mi militancia política, siempre en la izquierda. Entendiendo que la lucha debía ser contra el capitalismo apropiador de todo y contra el imperialismo que oprime a nuestros pueblos a sangre y fuego.

A mis 19 años fui perseguido y casi expulsado de la UTN de Mar del Plata por intentar conformar un centro de estudiantes que luchara por el software libre e intenté armar un grupo tecnológico-político y de hacking por fuera de esa institución. La UTN se perdió de recibir en sus instalaciones a Richard Stallman, fundador del movimiento de Software Libre por el miedo que tuvieron a que un puñado de estudiantes se organicen y puedan llegar a hacerle una crítica a sus funcionarios.

Un año después, en 2010, conocí la lucha de Julian Assange. Eran mis 22 años y estaba viviendo solo por primera vez, cuando entré a Wikileaks y ví el video Collateral Murder, donde se mostraba crudamente cómo un comando aéreo de EEUU, bajo supervisión y autorización directa de las fuerzas de ese país, masacraba en Bagdad, a civiles, disparando desde helicópteros a un grupo de gente, incluído niños que estaban dentro de una furgoneta, y asesinando entre todos ellos a dos periodistas, que luego fueron dados por desaparecidos durante años, ocultándole, el gobierno de EEUU, información a sus familiares.

La atrocidad mostrada crudamente. EEUU ya no era impune ante los ojos del mundo.

Wikileks se esgrimía como una herramienta para "Abrir los gobiernos". Intentaba precisamente, que la información esté en manos del pueblo, para posibilitar la lucha y la transformación política. Saber la verdad para cambiarla, como venía entendiendo.

El trabajo de Julian Assange con sus colaboradores y "filtradores" de todo el mundo, hizo posible sacar a la luz los crímenes de guerra de EEUU en Irak y Afganistán, así como descubrió un entramado de espionaje internacional en manos de EEUU, a embajadas, instituciones y gobernantes de todo el mundo.

Julian desde ese entonces se convirtió para mí en un héroe, en un ícono, en un ejemplo a seguir. Ahora que podemos acceder a la verdad de los gobiernos, ahora que tenemos el poder del acceso a la información, pensaba yo, seremos muchos Julian, seremos miles de voces, cambiaremos el mundo.

Pero a medida que crecía la notoriedad e influencia pública de Julian, también crecía la persecusión internacional hacia él. Ya no lo veía a Julian en los medios, mostrando libremente sus publicaciones y artículos periodísticos sino estando prófugo, viendo cómo escapar de una INjusticia que obraba a favor de EEUU, que de la mano de Inglaterra, y luego Suecia, perseguía a alguien por solo mostrar una realidad que el imperialismo escondía bajo la alfombra: que las guerras de EEUU y las potencias de la OTAN siempre se basaron en mentiras e implicaron el genocidio de pueblos débiles en lo militar pero llenos de recursos.

La persecusión que Julian comenzó a sufrir en 2010 significó para mí una profundización de la persecusión hacia mis ideas. Aquellas que no había podido instalar en la universidad, parecía que tampoco podían aplicarse al resto del mundo.

Intenté no bajar los brazos. Colaboré como pude. Supe de la persecusión hacia todo Wikileaks y de cómo las tarjetas de crédito les habían cancelado el pago de su sistema de hosting, cómo estaban intentando borrarlos de Internet. Colaboré con espacio en línea como hicieron muchos otros.

Estuve a partir de ese año y por algunos más, dando charlas sobre software y conocimiento libre, mencionando siempre la historia de Julian y su situación actual, lo importante de su liberación.

En diciembre de 2010 Julian se entregó diciendo que confiaba en la justicia británica. Recuerdo haberle preguntado en mi cabeza "Qué hiciste Julian!", aunque entendí su hartazgo y su necesidad de creer un poco en la humanidad.

De ahí en adelante fue todo un martirio para él y para todos los que lo seguimos. Causas armadas, encarcelamientos deliberados, pedidos de extradición. En 2012 pidió asilo en la embajada de Ecuador en Londres que le fue respetada hasta el cambio de gobierno que implicó que lo arranquen de la sede diplomática como a un animal en 2018, contraviniendo convenciones internacionales, cuando el perro traidor de Lenin Moreno lo cambió por préstamo con el FMI, ese organismo que sirve como arma de guerra de EEUU. para hundir nuestras economías.

De ahí en adelante estuvo recluído en la prisión Belmarsh, la guantánamo de Inglaterra, en una celda de 2 metros por 3, aislado 23 hs por día. Y con él estuvieron encerradas mis esperanzas de cambio, de un mundo mejor. De una lucha real por la libertad de información. Del uso de la informática como herramienta de transformación política.

Debo decir que tuve muy pocas esperanzas en que Julian alguna vez fuera a ser libre. Incluso pensaba que las protestas y manifestaciones por su liberación, no tenían la fuerza suficiente para lograr su cometido.

Quizás el Julian que yo tomé de ejemplo, pensaba, no vea nunca la libertad. Quizás él sea de otro mundo o de otra época. Demasiado avanzado para este siglo, para estas sociedades. ¡Pero así es como debe ser todo humano! Debe buscar trascender cambiando la realidad para mejor. Haciendo que su paso por este mundo no pase desapercibido.

Si un día tengo un hijo, pensaba, le pondré Julián, en honor a Julian.

Apenas arrancado este año supe que voy a ser papá. Julián, mi hijo, nacerá en noviembre. Por momentos pensaba si el nombre que había elegido no tenía una connotación demasiado fuerte por ser el nombre de alguien que perdió totalmente su libertad y que probablemente muriera tras las rejas. Pero enseguida pensaba No. Julian es más que eso. Eso quieren que sientamos, que lo veamos como alguien encerrado, a punto de morir. Julian es valentía, es libertad, es la fuerza vital que lo mantuvo en pie bajo las condiciones inhumanas en que lo tuvieron.

Hace apenas 1 día Julian salió imprevistamente de la cárcel habiendo llegado a un acuerdo con EEUU para admitir su culpabilidad por "conspiración para obtener y difundir información" y hace algunos minutos acabo de leer que POR FÍN A JULIAN SE LE CONCEDIÓ LA LIBERTAD DEFINITIVA.

Llegó ese día. Es mundo es un poquito menos feo y una pizca más justo. Nuestro héroe respira libre. Y no puedo evitar creer que algo tiene que ver con este Julián que está viniendo al mundo. Quizás a batallar como uno más de nosotros. O al menos a mostrar que por más que apresen a un Julian, nacerán y naceremos siempre más Julian, Julián, Julianas y Julianes alrededor del mundo.

Y si algo me queda de estos amargos años es que no debo dejar nunca que el poder nos amedrente, nos logre angustiar, nos apacigüe. Estuve 14 años bastante descreído de todo. Hoy entiendo que sin la lucha de miles de personas alrededor del mundo, no hubiera sido posible su liberación. Hubiera sido olvidado.

Todas esas personas con pancartas, con carteles, con sus fotos. Esa pintura de Dani que dio la vuelta al mundo. Esa mención a él que se pudo hacer en cada charla. Todo sirvió para mantener vivo su espíritu y que hoy por fín pueda caminar en libertad.

Pero esa lucha no termina hoy. Julian assange fue perseguido injustamente por 14 años y privado de su libertad la mayor parte de ese tiempo. Estuvo 1901 días recluído en una prisión de máxima seguridad. EEUU debería pagar por lo que hizo.Y no solo por lo que hizo a Julian, sino por los crímenes de guerra que Wikileaks, con Julian Assange y cientos de informantes alrededor del mundo expusieron mendiante esta plataforma. Los crímenes que EEUU cometió y por los que nunca fue juzgado sino que al contrario jugó a ser juez y verdugo con la complicidad de múltiples estados europeos y hasta, lamentablemente, un estado latinoamericano.

No debemos permitir que ni él ni nadie vuelva a ser perseguido por divulgar la verdad, por ejercer el periodismo. Se debe dejar de criminalizar a la verdad y naturalizar los crímenes de guerra. Los estados criminales deben pagar por sus genocidios. Como Israel tendrá que pagar por lo que está haciendo ahora en Palestina.

No debemos permitir NUNCA MÁS que la angustia nos paralice y la desesperanza nos quite la fé.

Somos más que los poderosos. Y mientras podamos gritar y hacer ruido tenemos la obligación de hacerlo. Nunca más callar ni quedarnos sentados porque SIEMPRE hay más cosas que podemos hacer.

Para Julian, de Cristian, por Julián.


Cristian Baldini

Assange Argentina/ 

Libertad Assange Argentina




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