Este 23 de Abril se llevó a cabo en Europa una gran protesta en apoyo al fundador de Wikileaks, Julian Assange: Eu Free Assange Rally. Entre otros eventos se destacó #BringYourChair, flash mob coordinado por el artista italiano Davide Dormino, autor de la maravillosa escultura Anything To Say? que celebra el coraje de Snowden, Assange y Manning, al tiempo que alienta a las personas a salir de su zona de confort y apoyar a quienes han defen-dido nuestro derecho a saber y a tomar decisiones informadas. Una de las más maravillosas obras de este siglo, no sólo por su belleza, sino por su im-pronta y significado. La obra se va trasladando de ciudad en ciudad llevando la protesta y reclamando la atención de la gente sobre el caso Assange y todo lo que este encierra.

El periodista australiano, que continúa en prisión desde hace tres años en Inglaterra, batalla legalmente contra su posible extradición a los Estados  Unidos en donde lo acusan de espionaje por publicar, en el año 2010, docu-mentos que comprueban crímenes y violaciones a los Derechos Humanos por parte del gobierno Estadounidense, entre otra relevante información.

Me había imaginado #bringyourchair así, Stella en el centro de la plaza y 70 personas detrás de ella, de pie en sillas, defendiendo la libertad de Assange y nuestro derecho a saber. La emoción inevitablemente alcanzó a todos. Las acciones son palabras necesarias. Algunas imágenes son más fuertes que muchas palabras  

Davide Dormino

H.R: Qué ocurrió en este Eu Free Assange Rally en Bruselas?

D.D: Fue una experiencia muy emocionante ver a todos los grupos de Europa que apoyaban a Julian Assange reunidos en una misma plaza. Había confusión, pero también mucha ilusión, estábamos en Bruselas con el mismo objetivo común. Este, a diferencia de las manifestaciones diarias en las plazas del mundo en apoyo a Julián, fue un evento que por su naturaleza incluye otras reglas: hubo música, hubo discursos, hubo actuaciones, estuvieron las gradas que informaron a la gente. 

H.R: Cómo reaccionó la gente, en general?

D.D: En general, en mi opinión, ¡fue bien! había mucha gente. Lo que pienso, sin embargo, es que, además de seguir informando a las personas que aún no conocen esta historia, debemos encontrar una forma diferente de despertar la opinión pública. Hace falta una visión diferente, falta coordinación de personas competentes capaces de trastornar las reglas de la comunicación.

El activismo es una nueva forma de arte político que, sin embargo, se refiere a las emergencias de nuestro tiempo y que se expresa con actos concretos, valientes y visionarios. Los protagonistas de esta nueva forma de arte son artistas-intelectuales, movidos por la urgencia del testimonio histórico o lo que mejor definimos como noticia, de lo que está pasando. 

Davide Dormino

H.R: Cuales fueron los momentos que te parecieron  más relevantes ?

D.D: Hubo algunas intervenciones del escenario que me impactaron, Jeremy Corbin, Deepa Driver, pero Jamil El Sadi y Sonia Bongiovanni de Our Voice, dos jóvenes de 20 años, encendieron la Place de la Monnaie con su energía. ¡Los jóvenes llaman a los jóvenes! Su actuación, que precedió a la intervención de Stella Moris Assange, fue sin duda, a todas luces, el momento más fuerte y conmovedor de todo el evento. 

H.R: Cómo has llevado la fuerza de tu obra " Anithing to say" a la realidad en este evento?

D.D: Me había imaginado #bringyourchair así, Stella en el centro de la plaza y 70 personas detrás de ella, de pie en sillas, defendiendo la libertad de Assange y nuestro derecho a saber. La emoción inevitablemente alcanzó a todos. Las acciones son palabras necesarias. Algunas imágenes son más fuertes que muchas palabras  

H.R: En esta guerra de la mentira contra la verdad, y el avance ilimitado del poder nefasto 

¿cual es la significación del activismo y su labor de hormiga gestando bases sólidas, y cual es la importancia de Julian Assange en esta lucha que va creciendo en todo el mundo?

D.D: Más que un activista, diría el Artivista. El activismo es una nueva forma de arte político que, sin embargo, se refiere a las emergencias de nuestro tiempo y que se expresa con actos concretos, valientes y visionarios. Los protagonistas de esta nueva forma de arte son artistas-intelectuales, movidos por la urgencia del testimonio histórico o lo que mejor definimos como noticia, de lo que está pasando. Mi trabajo sobre Assange, Manning y Snowden es una invitación a ponerse de pie donde se sienta la multitud. Assange hizo lo que todo reportero debería hacer. Si el periodismo se mide por los efectos de las investigaciones y las revelaciones, entonces no hay duda de que Julian Assange es, sencillamente, el mejor periodista de todos los tiempos.

H.R: ¿Cuándo creaste tu obra Anithig to say? ¿Te imaginaste el impacto que podría tener? ¿Cómo se te ocurrió la idea de un espectáculo itinerante que involucre a personas de todo el mundo en la acción?

D.D: Era 2013. Estaba hablando con un amigo escritor y periodista estadounidense, Charles Glass. Hablamos de los hechos de WikiLeaks y de los límites y presiones que sufren muchos periodistas que tratan temas incómodos, pero más específicamente hablamos de la libertad de pensamiento y expresión. Un tema que nos concierne a todos. Me inquietó la historia de Julian Assange, Edward Snowden y Chelsea Manning, los denunciantes más icónicos de la historia contemporánea, capaces, a través de sus revelaciones, de desenmascarar a los gobiernos más poderosos del mundo, pagando a su vez un precio muy alto por su acto  de coraje. Nunca he dudado que estos tres señores fueran tres héroes contemporáneos. Quería celebrar sus hechos y tratar de hacer algo que despertara la conciencia de aquellos que no saben o que no tienen el coraje de querer saber. 

Mi cabeza estaba vacía, la idea de formalizar algo con el riesgo de ser didáctico retórico me aterrorizaba. Estaba obsesionado, yo buscaba por todas partes algo que me pudiera ayudar, ideas, palabras a las que aferrarme pero nada salía a mi rescate. Reflexionaba constantemente no sobre el sentido del monumento sino de la monumentalidad. Entonces, una mañana muy temprano, en mi moto, en la circunvalación de es di Romat tuve un susto. Me detuve a dibujar muy rápido lo que había visualizado. En ese preciso momento tuve la clara sensación de que estaba en el camino correcto. Dejé el papel en mi bolsillo durante unos días fingiendo que no pasaba nada, luego una noche lo agarré y comencé a preguntarme sobre el significado de ese boceto.

En el dibujo había tres figuras de pie sobre tres sillas, me preguntaba por qué y me imaginaba entrevistándome para disipar las dudas y tomar conciencia. Lo primero que respondí fue que las personas que cambian las corrientes de pensamiento en la vida nunca se preguntan a sí mismas. Se ponen de pie y se exponen, toman posición. Sin embargo, faltaba algo, algo que involucrara activamente a las personas, la pieza faltante que toda obra de arte debería tener. Así que agregué esta silla vacía junto a ellos. En ese momento, ¡el proyecto estaba ahí! En ese momento empezó lo difícil pero en los últimos años he aprendido que si tienes un "porqué" también encontrarás el "cómo". La obra tenía que ser un monumento diferente a los presentes en las plazas del mundo dedicadas a los héroes de cada época, no tenía que tener un pedestal y por lo tanto una distancia de la gente pero de todos modos tenía que ser comprensible. Decidí utilizar el bronce, institucional, indestructible, pesado, con la idea de hacer viajar al conjunto escultórico y hacerlo viajar por todas las plazas de Europa y del mundo! De modo que el mensaje universal que asumió la obra fue para todos. 

Las figuras debían tener una dimensión humana porque Assange Snowden y Manning son reales. Debían llevar todas las botas como si fuera un cuerpo elegido pero también para los presos. La mitad del mundo los ve como traidores, otros héroes, y se suponía que la ópera celebraba la valentía pero también parecía una ejecución pública. Sabía que tocaría un tema delicado y que esto provocaría discusiones y controversias. Empecé a buscar fondos para producir la obra, se necesitaban 65.000 Euros + IVA para la fundición en bronce. Trabajé durante dos años sin interrupción, dejando de lado todo lo demás, involucré a personas a las que no dejaré de agradecer su apoyo, buscando palabras para contar el proyecto sin estar seguro de que este tendría vida propia. El mundo del arte no me ayuda en nada, lo hizo y entendí que estaba haciendo algo que salía de ciertas dinámicas elitistas y que ¿Algo que decir? es un trabajo para todos y entendí que yo era un artista independiente y ese era el precio a pagar. Hice 120 días de crowdfunding internacional en los que recaudé £30.000 de alrededor de 400 donantes de todo el mundo.

Estuve horas en las redes sociales entrenando a cualquiera, tenía el apoyo de algunos periódicos extranjeros e italianos pero todavía faltaba mucho dinero y sobre todo ni siquiera habían comenzado a hacer el modelo de arcilla. Volé a Londres para conocer a Assange, fui invitado por Gavin McFyden (mentor de Julia Assange) en el Barbican, al Simposio Logan para presentar el proyecto. Poniéndome en contacto con todos los periodistas independientes, bloggers, editores. Me entrevistaron en vivo desde el estudio en el famoso programa "Going Underground". La prensa internacional estaba ahora informada. Eventualmente obtuve el apoyo de muchas organizaciones como Reporter sans Frontieres pero la recaudación de fondos fue lenta. Luego encontré, gracias a dos ilustrados, los 50.000€ que faltan. El 1 de mayo de 2015 la obra llegó a Alexander Platz en Berlín, a las 12:30, frente a la escultura estaba toda la prensa mundial y la gente que pasaba sabía exactamente qué hacer: subirse a la silla vacía y cambiar de punto de vista . El resto vino solo pero también con un trabajo constante y obsesivo de mi parte. Hasta la fecha, el trabajo se ha detenido en 14 ciudades europeas desde París hasta Ginebra, Estrasburgo, Dresde, Belgrado, Roma. Anithing to say? sin duda es la obra que he creado la que ha tenido una gran respuesta mediática, involucrando a la gente, por eso hoy sigue su camino imparable.

Davide Dormino: É stata un'esperienza molto emozionante, vedere tutti gruppi che in Europa sostengono Julian Assange riuniti in un unica piazza. C'era confusione, ma anche grande entusiasmo, eravamo a Bruxelles con lo stesso obiettivo comune. Questo, a differenza delle quotidiane manifestazioni nelle piazze del mondo in supporto di Julian, era un evento che per sua natura prevede altre regole: c'era la musica, c'erano gli interventi a parole, c'erano le performance, c'erano gli stands che informavano le persone. 

H.R: Come hanno reagito le persone, in generale? 

D.D: Nel complesso, a mio parere è andata bene! C'era tanta gente. Quello che penso però è che, oltre a continuare ad informare le persone che ancora non conoscono questa storia, si debba trovare un modo diverso per risvegliare l'opinione pubblica. Serve una visione differente, manca un coordinamento di persone competenti in grado di scardinare le regole della comunicazione.

H.R: Quali sono stati i momenti più scioccanti? 

D.D:  Ci sono stati alcuni interventi dal palco che mi hanno colpito, Jeremy Corbin, Deepa Driver, ma Jamil El Sadi e Sonia Bongiovanni di Our Voice, due ragazzi di 20 anni, hanno infiammato Place de la Monnaie con la loro energia. I giovani chiamano i giovani! La loro performance che ha preceduto l'intervento di Stella Moris Assange è stato senza dubbio a detta di tutti il momento più forte e toccante di tutto l'evento. 

H.R: Come porti la forza del tuo lavoro "Anithing to say" alla realtà in questo evento?

D.D: #bringyourchair lo avevo immaginato proprio così, Stella al centro della piazza e 70 persone dietro di lei, in piedi sulle sedie, a difesa della libertà di Assange e del nostro diritto si sapere. L'emozione ha raggiunto tutti inevitabilmente. Le azioni sono parole necessarie. Certe immagini sono più forti di tante parole.

H.R: In questa menzogna guerra contro la verità e l'avanzata illimitata del nefasto potere, che è il significato dell'attività e del lavoro di costruzione della solida base, e che è l'importanza di Julian Assange in questa lotta che cresce in tutto il mondo?

Piu che attivista, direi l'Artivista. L'Artivismo è una nuova forma di arte politica che però riguarda le emergenze del nostro tempo e che si esprime con atti concreti, coraggiosi e visionari. I protagonisti di questa nuova forma di arte sono artisti-intellettuali, mossi dall'urgenza della testimonianza storica o che definiremmo meglio di cronaca, di quello che sta succedendo. Il mio lavoro su Assange, Manning e Snowden è un invito ad alzarsi in piedi dove la massa si siede.10:05Assange ha fatto quello che ogni giornalista dovrebbe fare. Se il giornalismo si misura con gli effetti prodotti dalle indagini e dalle rivelazioni, allora non c'è dubbio che Julian Assange è, semplicemente, il più grande giornalista di tutti i tempi 

H.R: Quando hai creato il tuo lavoro Anithig per dire? Hai immaginato la porta che potrebbe avere? Come è nata l'idea di uno spettacolo itinerante che fa partecipare persone di tutto il mondo all'azione?

D.D: Era il 2013 dialogavo con un amico scrittore giornalista americano Charles Glass. Si parlava delle vicende di WikiLeaks e dei limiti e le pressioni che subiscono molti giornalisti che affrontano argomenti scomodi ma più nello specifico si parlava di libertà di pensiero e di espressione. Un tema che ci riguarda tutti. Mi aveva turbato la storia di Julian Assange, Edward Snowden e Chelsea Manning, i più iconici whistleblowers della storia contemporanea, capaci, attraverso le loro rivelazioni, di smascherare i governi più potenti del mondo, pagando al loro volta un prezzo altissimo per il loro atto di coraggio. Non ho mai avuto dubbi nel credere che questi tre signori fossero tre eroi contemporanei. Volevo celebrare loro gesta e provare a fare qualcosa che risvegliasse le coscienze di chi non sa o che non hai il coraggio di voler sapere. Avevo la testa vuota, il pensiero di formalizzare qualcosa con rischio di essere didascalico retorico mi terrorizzava. Era ossessionato cercavo ovunque qualcosa che potesse aiutarmi, spunti, parole a cui aggrapparmi ma niente mi giungeva in soccorso. Riflettevo continuamente non sul senso di monumento ma di monumentalità. Poi, una mattina molto presto, in moto,sulla tangenziale es di Romat ho avuto una folgorazione. Mi fermai a disegnare molto velocemente ciò che avevo visualizzato. In quel preciso istante ebbi la netta sensazione che fossi sulla strada giusta. Lasciai il foglietto in tasca per alcuni giorni facendo finta di niente, poi una sera lo impugnai ed inizia a interrogarmi sul senso di quello schizzo. 

Nel disegno c'erano tre figure in piedi su tre sedie, mi chiesi perché ed immaginai di intervistarmi per sciogliere i dubbi e giungere ad una consapevolezza. Mi risposi per prima cosa che, le persone che nella vita sposta di flussi di pensiero, non si chiedono mai. Stanno in piedi si espongono, prendono una posizione. Mancava qualcosa però, qualcosa che coinvolgesse attivamente le persone, il pezzo mancante che ogni opera d'arte dovrebbe avere. Aggiunsi così la questa sedia vuota al loro fianco. A quel punto, il progetto era li! A quel punto Iniziava il difficile ma in questi anni ho imparato che se hai un "perché" trovi anche il "come". L'opera doveva essere un monumento diverso da quelli presenti nelle piazze del mondo dedicati agli eroi di ogni epoca, non doveva avere un piedistallo e quindi una distanza delle persone ma doveva comunque essere comprensibile. Decisi di utilizzare il bronzo, istituzionale, indistruttibile, pesante, con l'idea di rendere il gruppo scultoreo itinerante e farlo viaggiare in tutte le piazze d'Europa e del mondo! Perché il messaggio universale di cui si faceva carico l'opera fosse di tutti. Le figure dovevano avere dimensione umana perché Assange Snowden e Manning sono reali. Dovevano indossare tutte e scarponi come fosse un corpo scelto ma anche per prigionieri. Metà del mondo li considera traditori, altri eroi e l'opera doveva celebrare il coraggio ma sembrare anche una pubblica esecuzione. Sapevo che avrei toccato un argomento delicato e che questo avrebbe suscitato discussioni e polemiche. Iniziai a cercare fondi per produrre l'opera, servivano 65.000 Euro +iva per la fusione in bronzo. 

Lavorai due anni ininterrottamente, tralasciando tutto il resto, coinvolsi persone che non smetterò di ringraziare per il supporto, cercando parole per raccontare il progetto senza avere la certezza che questo avrebbe avuto una sua vita. Il mondo dell'arte non mi aiuto affatto, lo fece e capii che stavo facendo qualcosa che usciva da certe dinamiche elitarie e che Anything to say? è un'opera per tutti e compresi che ero un artista indipendente e questo era il prezzo da pagare. Feci 120 gg di crowdfunding internazionale in cui raccolsi 30.000 £ da circa 400 donatori da tutto il mondo, passavo ore sui social media ad i formare chiunque, ebbi il supporto di alcuni giornali esteri ed italiani ma mancavano ancora tanti soldi e soprattutto non avevano nemmeno iniziato a realizzare il modello di argilla. Volai a Londra ad incontrare Assange, venni invitato da Gavin McFyden (mentore di Julia Assange) al Barbican per il Logan Symposium a presentare il progetto. Entri in contatto con tutti i giornalisti indipendenti, Blogger, editori. Mi ntervistarono in diretta dallo studio nella famosa trasmissione "Going Underground". La stampa internazionale orai era informata. Alla fine ottieni il il supporto di tante organizzazioni cui Reporter sans Frontieres ma la raccolta fondi andava rilento. Poi troverai, grazie a due persone illuminate, i 50.000 € mancanti. Il 1º Maggio del 2015 l'opera giunse ad Alexanderplatz a Berlino, alle 12:30, di fronte alla scultura c'era tutta la stampa mondiale e le persone che passavano di lì sapevano esattamente cosa fare: salire sulla sedia vuota e cambiare punto di vista. Il resto è venuto da solo ma anche con lavoro costante ed ossessivo da parte mia. Ad oggi l'opera ha sostato in 14 città europee da Parigi a Ginevra, Strasburgo, Dresda, Belgrado, Roma. Anything to say? è sicuramente l'opera che ho realizzato che ha avuto un grandissimo riscontro mediatico, coinvolgendo persone, motivo per il quale ad oggi continua il suo viaggio in inarrestabile.

Nota por Daniela Tomé