La situación en
Oriente medio parece descontrolada. Se habla que en las próximas 48 horas Israel
atacaría a Irán.
"El ataque de Irán"
El reciente ataque iraní sobre Israel, no fue más que una respuesta al ataque perpetrado días anteriores, por Israel, al consulado Iraní en Damasco, que dejó como saldo siete miembros de la Guardia Revolucionaria muertos, incluidos dos generales,
Tras los hechos, Irán presentó un reclamo ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sin obtener respuesta alguna. Se tomó su tiempo y fue anticipando que iba a contestar esta agresión y lo hizo de una manera bastante especial; lanzó una ofensiva sin precedentes con aviones no tripulados y misiles contra Israel, con decenas de drones que tardaron 8 horas en llegar a territorio israelí, 8 horas que dieron al enemigo la
oportunidad de neutralizar el ataque. En Jerusalén, se escucharon las sirenas y se alcanzaron a ver explosiones sobre el cielo, sin embargo algunos testigos, compararon este hecho con simples juegos artificiales"
"Irán lanzó más de 300 drones, misiles crucero y misiles balísticos, pero el sistema de defensa israelí y los aliados en la región interceptaron la gran mayoría, muchos de ellos antes de que entraran en territorio israelí." Daniel Hagari, Portavoz del Ejército israelí
Gusanos de guerra
Claramente Israel estaba esperando esta "respuesta" para continuar con su plan de destrucción, y este plan podría dejarnos en un abismo inconmensurable. Los líderes sionistas son alimentados por el apoyo estadounidense, pero la cercanía de las elecciones en este país ha hecho que su actual presidente, Joe Biden, se mantuviera cauto y declarara que no iba a apoyar a Israel en una nueva represalia contra Irán.
Biden tiene serios problemas y no quiere perder la posibilidad de ser re-electo frente a un Trump que se declara a viva voz "pacifista". Estados Unidos se ha visto sacudido fuertemente por la política exterior del actual gobierno "demócrata", que ha mandado millones y millones de dólares en armamento, a la guerra de Ucrania, sin importarle los derrumbes de la economía norteamericana y su frágil equilibrio interno.