Las Universidades y su gran lucha en Argentina, Estudiantes y Docentes no bajan los brazos frente a la política de destrucción que, desde el primer día, ejerce el gobierno libertario. Educación, Salud, Ciencia, Cultura, no hay lugar que no se vea afectado. Desde la primer marcha multitudinaria aquel 23 de abril de 2024, se han tomado distintas medidas, paros y tomas para defender el derecho a la educación pública y también los deteriorados sueldos docentes. 

Kevin Mele Nociforo, fundador de la editorial E&H, es estudiante de la facultad de humanidades de la UNMDP, a punto de recibirse de profesor, nos brinda su opinión acerca de la situación que se vive puertas adentro de la facultad y su mirada más amplia sobre la sociedad y el país en estos momentos urgentes.

"El único futuro está en la empatía y en entender que lo único que me diferencia del indigente es la suerte."

"El contexto y la necesidad de la toma y las diferentes luchas que se vienen dando en la Universidad, la conocemos todos. Un aumento presupuestario del 5% es un chiste después de la dureza económica del invierno que vivimos, y de todo lo que sabemos que se viene. Los docentes no son robots; tienen que comer. Se habla mucho de la vocación y de que deberíamos enseñar sin pensar en la compensación económica. Eso es posible para alguien que no depende de eso para subsistir. De lo contrario, o nos dedicamos a otra cosa, y la enseñanza se convierte en algo secundario, lo que disminuye la calidad educativa. O bien eres de clase alta y un sueldo docente no te afecta. En ese caso, la educación se vuelve elitista.

El poder de la educación pública gira en torno a eso: es una posibilidad de movilidad social ascendente. Mi madre es ama de casa; nos crió y, como pudo, fue y vino en trabajos esporádicos toda su vida. Mi padre es obrero naval, y no estoy desmereciendo su trabajo. Pero, sin la Universidad Pública, yo no habría tenido muchas opciones de alcanzar la educación superior.

Pero todo esto no es nada que el gobierno no sepa. Desfinanciar la educación es una política de Estado perfectamente calculada. Una juventud cada vez menos instruida es más fácil de manipular." 

"Para quienes no saben puntualmente lo que está pasando en el interior de las facultades tomadas, les cuento un poco. Los estudiantes, organizados y mediante decisión asamblearia, votamos por una medida de resistencia. El edificio queda clausurado, con medidas de visibilización, clases públicas y pernocte en las aulas. Es un complemento a las numerosas marchas, movilizaciones y paros que hemos llevado a cabo a lo largo del año.

Adentro se siente una mezcla muy fuerte de emociones. Nadie está ahí porque quiere; es una necesidad imperiosa de seguir peleando a pesar de las circunstancias. Es hablar con los compañeros, pensando en un mundo mejor, buscando una luz entre la oscuridad. Es apretar los dientes para contener la bronca y no perder la esperanza.

Si hay algo que caracteriza a las juventudes es su capacidad de soñar. Las juventudes universitarias pelean por esos sueños."  Kevin Mele Nociforo

H.R:  Cómo fue la toma en las Universidades, cuantas participaron aquí en Mar del Plata y por cuánto tiempo se extendió? 

Kevin: Nosotros no tomamos toda la universidad sino la facultad de humanidades. Cada facultad tiene su asamblea estudiantil Y se decide por voto asambleario. La nuestra en particular duró una semana, pero depende de cada asamblea

 H.R: y ¿Ahora continúan con las marchas?

 Kevin: Sí, las gestiona Adum (agremiación docente universitaria Marplatense) y el movimiento estudiantil se suma a la movilización.

La economía de la violencia

 H.R: Y ¿cómo ves la situación en general del país, porque más allá de las universidad, todos somos trabajadores, todos pagamos impuestos o alquileres, todos tenemos que ir a comprar al almacén o la farmacia un remedio o vestirnos...?

 Kevin: Lo más preocupante desde mi punto de vista excede los términos económicos. La economía es una ciencia social y la verdad absoluta no la tiene nadie. Más allá de la postura que personalmente yo pueda tener, que es diametralmente opuesta a la de este gobierno.

El accionar económico va a estar siempre en debate y está bien que así sea. Sin embargo, hay un planteo socialmente violento que se está legitimando. No hay que buscar mucho para encontrar al actual presidente fomentando el odio y la violencia. A mí me hizo mucho ruido un video en el que decía textualmente "van a correr zurdos de mierda". Es esa actitud que se está instalando. Y podemos verlo en las personas festejando la represión a los manifestantes. Yo creo que esas son fronteras que no deberíamos cruzar como país. Creo en una Argentina de diálogo, no una en la que el Estado use a las fuerzas de seguridad para amedrentar a su propio pueblo.

Crisis económicas hubo siempre, y si bien no culpo enteramente a este gobierno, si me parece que lo único que está haciendo es profundizarla. En líneas anteriores hablé de la violencia. Pero ¿que un jubilado tenga que elegir entre pagar el alquiler o los remedios no es violencia? Personas que trabajaron toda su vida enfrentando el desamparo total de un Estado que debería estar para protegerlos. Y fueron ellos mismos los que salieron a manifestarse cuando se planteó el veto de la Ley de Movilidad Jubilatoria. Fueron ellos los gaseados con gas pimienta. Mientras que el actual presidente festejó el veto con un asado, ellos cuentan las monedas para comer. ¿Eso no es violencia?

Si pienso en mi pasar económico en particular, no es tan grave como el de la gran mayoría de la población. Tuve la suerte de nacer en una familia con relativa estabilidad económica. Que me permitió no tener que trabajar mientras iba al colegio. Y tener un empleo de tiempo parcial mientras estudiaba en la universidad pública. Nunca necesité trabajar para ayudar a bancar a mi familia, al menos hasta independizarme. Pero soy consciente de que eso fue un privilegio, que no todos tienen. Tuve el privilegio de acceder a la educación universitaria publica, fue un ascenso educativo que de otra forma no hubiéramos podido pagar. Mi pelea no es por asegurarme esos privilegios, mi pelea es porque eso que a mí me permitió ser la persona instruida y culta que soy hoy, sea un derecho para todos.

Hoy yo tengo trabajo y estudios, me esfuerzo mucho todos los días por salir adelante. Sin embargo, soy consciente de que tantos otros se esfuerzan lo mismo o más que yo y no van a tener nunca la posibilidad de ascender socialmente. De ver a sus hijos con la panza llena y cumpliendo sus sueños. Y eso también es violencia.

Creo que el país que queremos no lo vamos a encontrar si seguimos polarizando. Si seguimos viendo en el otro un enemigo.

Creo que el único futuro está en la empatía. Y en entender que lo único que me diferencia del indigente es la suerte.

 H.R: Teniendo en cuenta que desde los medios de comunicación ( que pertenecen a los grupos de poder) todo lo que llega a la gente común viene con un mensaje de adoctrinamiento feroz, que busca engendrar esta violencia y confusión ademàs sobre su propia vida ¿no? porque te dicen "sos feliz, está todo bien y los que dicen que están mal son nuestros enemigos," ¿qué salida podemos encontrar a todo esto? si una de las pocas salidas que es la educación, está siendo atacada y debilitada? ¿La lucha es la única opción?

 Kevin: Cuando las cosas verdaderamente importantes se consiguieron sin sacrificios? Y ¿Somos merecedores de ese país o ese mundo que queremos si no estamos dispuestos a construirlo?

No pienso a la lucha como necesariamente violenta. Teniendo en cuenta esa salvedad, si pelear por las cosas en las que creemos es, desde mi punto de vista el camino.

Sin embargo, la lucha debería estar en fomentar un cambio de mentalidad. La realidad socioeconómica es un reflejo de la mentalidad argentina. Cambiemos esa forma de pensar y consecuentemente la sociedad y la economía se van a adaptar a esa nueva mentalidad.

Y ahí entra la cuestión del desfinanciamiento educativo. Ese cambio que propongo está completamente ligado a la educación. Uno de mis pedagogos favoritos es Paulo Freire, el habla de la enseñanza como herramienta de liberación. Entender que el desfinanciamiento no es azaroso, sino una política planificada es el punto de partida. Mientras más ignorantes seamos, más fáciles de dominar.

Por eso sí, la lucha es el camino, pero ese esfuerzo combativo hay que enfocarlo en la instrucción. Ante una postura como la que esté gobierno tiene, el simple acto de leer es un acto de rebeldía. Pensar por uno mismo es no dejarse manipular. Mi idea no es obligar a nadie a pensar como yo, sino construir un pensamiento crítico que permita formular ideas propias.

No estoy alineado ni en la práctica, ni ideológicamente con ningún partido político. Y tanto lo dicho en la entrevista, como mi accionar cotidiano, tienen como único impulso el bienestar y la felicidad de todas las personas sin ningún tipo de distinción.

Desde el lugar que me toca trabajando en la editorial, o en el salón de clases, mi postura va a ser siempre esa. Piensen por ustedes mismos, formulen sus ideas y no dejen que los medios masivos de comunicación piensen por ustedes.

Entrevista por Daniela Tomé